En el centro de Santa Brígida nos encontramos con Paco Armas y Rosi Campos entre flores, verduras y hortalizas. Esta pareja se conoció en la Escuela de Capacitación Agraria de Arucas y, desde entonces, se han dedicado a la agricultura ecológica de la mano. Además de gestionar sus propias tiendas, participan en el Programa Ecocomedores de Canarias con la intención de fomentar una alimentación sana y darle el valor a los productos ecológicos. Paco nos cuenta un poco su historia. 

¿Cómo comienzan en la agricultura ecológica? 

“Empezamos en el año 90 aproximadamente. Mi mujer había estado trabajando en una finca ecológica y, poco a poco, fue engatusando al resto de compañeros. Terminamos cultivando a nivel familiar con la idea de autobastecernos. Más adelante constituímos la primera cooperativa de agricultura ecológica que se hizo en las islas. Teníamos que defender nuestras propias producciones, por lo que optamos por hacer un mercadillo en el Pueblo Canario en Las Palmas. Bajábamos todos los sábados con nuestro popurrí de verduras y se unían tres o cuatro agricultores de la cooperativa con calabaza, naranja, o plátanos, entre otros productos.  Como todas las cosas, cuando uno empieza, son complicadas y después de un par de años, la cooperativa cerró. De ahí pasamos a ir teniendo alguna tierra más, creciendo en superficie, y nos especializamos mucho en la comercialización. En 1995, abrimos una de las primeras tiendas de agricultura ecológica que había en las islas y ahí hemos seguido. Esa es un poco la historia de nuestros orígenes”. 

¿Cómo gestionan su finca?

“En la finca trabajamos treinta variedades distintas de verduras y hortalizas. Trabajamos una finca en Telde y otra en Santa Brígida. En alguna partes hay frutales, como plataneras, naranjos, limoneros, mangas o aguacateros. La idea es tener un mix de productos que permitan autobastecernos. Hacemos mercadillos de agricultores, asistimos a los mercadillos del Cabildo, realizamos ventas en fincas y, aparte, tenemos dos tiendas en Las Palmas. Eso no significa que no compremos a otros agricultores. Llevamos trabajando con gente desde el primer día que empezamos. Siempre ha existido esa sinergia de colaboración y trabajo”. 

¿Animaría a más personas del sector agrícola a transicionar a ecológico?

“Le recomiendo a cualquiera que quiera trabajar la agricultura, que lo haga de forma ecológica y orgánica, y que defienda al máximo sus producciones. Sin embargo, aconsejo intentar ir lo menos posible al mercado, por lo menos hasta dar tiempo a que el sector se profesionalice y tenga una capacidad de venta mayor. Ahí tenemos una pata coja que hay que mejorar. Los agricultores/as seguimos queriendo estar en nuestros espacios, pero tenemos que profesionalizar la figura comercial. Es importante que la controlemos nosotros/as como agricultores/as, que esté dentro de una estructura cooperativa o asociativa de cualquier modo. Ahora mismo, la comercialización es a través de pequeñas tiendas, programas como Ecocomedores o personas que preparan cajas a domicilio. Es poca la vía de desarrollo, aunque cada vez se incorporan más agricultores jóvenes. Supongo que el mercado está creciendo bastante y nos va dejando hueco a todos, a los que estábamos de antes y a los que se integran nuevos. Está en tener la voluntad, claridad y decisión de querer hacer lo que estamos haciendo”. 

¿Qué significa para ustedes participar en el Programa Ecocomedores de Canarias?

“El Programa Ecocomedores me parece un lujo desde el principio. Es acercar el producto ecológico a la gente de cualquier barrio o pueblo de la isla. Me parece que es un regalo el que los chiquillos/as puedan acceder a este tipo de alimentación y que la Administración lo pueda sostener. Es un poco lo que se pretende, que con el mismo costo con el que se está dando de comer en convencional, se pueda hacer en ecológico. Creo que los agricultores y agricultoras hacemos bastante esfuerzo para que esto sea posible. Aunque falta una respuesta más decidida por algunos colegios. Sé que muchos no tienen servicio directo de comedor, pero es tan valioso lo que está ocurriendo, que deberían considerarlo de verdad. Me parece una apuesta fantástica”.

 

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